En el vasto y multifacético universo del metal, existen géneros que buscan la velocidad, la agresión o la complejidad técnica. Sin embargo...
En el vasto y multifacético universo del metal, existen géneros que buscan la velocidad, la agresión o la complejidad técnica. Sin embargo, hay un subgénero que se desvía radicalmente de esa senda, sumergiéndonos en las profundidades de la desesperación, la melancolía y la desolación. Hablamos del funeral doom metal, una experiencia sonora tan pesada como losas de mármol y tan vasta como el vacío del cosmos. No es música para una escucha casual; es un viaje a lo más hondo del abatimiento humano, una procesión fúnebre musical que exige paciencia y una mente abierta a la introspección.
Si alguna vez te has sentido atraído por la densidad opresiva del doom metal, pero has anhelado una expresión aún más extrema de tristeza y lentitud, el funeral doom es tu destino. Este artículo es una inmersión profunda en sus características, su historia, las bandas que lo definen y algunos datos curiosos que te ayudarán a comprender por qué este estilo, a pesar de su nicho, resuena tan profundamente con sus oyentes.
¿Qué es el funeral doom metal? Una inmersión en la lentitud extrema
El funeral doom metal se define principalmente por su ritmo glacial y su atmósfera abrumadoramente sombría. Imagina el doom metal tradicional, como Black Sabbath o Candlemass, pero ralentizado a un punto casi estático, con riffs que se arrastran como lamentos interminables y una percusión que golpea como un martillo sobre un yunque en cámara lenta.
Las características principales incluyen:
- Tempos extremadamente lentos: Esta es la piedra angular del género. Las canciones pueden extenderse por 10, 15, incluso 30 minutos, con progresiones armónicas que se desarrollan a paso de caracol, enfatizando cada nota y cada golpe.
- Peso y distorsión masivos: Las guitarras están afinadas muy bajo (Drop A, B, C, etc.) y saturadas de distorsión fuzz o sludge, creando un muro de sonido denso y aplastante. Los riffs son repetitivos e hipnóticos, contribuyendo a la sensación de estancamiento y desesperanza.
- Atmósfera desoladora y melancólica: Más allá del sonido, es la emoción lo que define el funeral doom. La música evoca paisajes mentales de ruinas olvidadas, cementerios neblinosos, inviernos interminables o la soledad absoluta. La instrumentación a menudo incorpora teclados, sintetizadores o samples que añaden capas de texturas etéreas, coros fantasmales o sonidos ambientales (lluvia, viento, campanas) para intensificar la atmósfera.
- Voces guturales profundas o lamentos fantasmales: Las voces son variadas, pero suelen ser guturales extremadamente bajas, casi ininteligibles, que se sienten como gemidos desde ultratumba. También pueden aparecer voces limpias y lúgubres, susurros o lamentos femeninos que añaden una capa de vulnerabilidad y tristeza.
- Énfasis en la desesperación, la muerte y la pérdida: Las letras exploran temas como la muerte, el luto, la soledad, el existencialismo, la desolación cósmica, el colapso mental y la futilidad de la existencia. No hay espacio para la alegría o la esperanza; solo la aceptación resignada de la oscuridad.
Cómo surgió el funeral doom metal y su historia
El funeral doom metal no apareció de la nada; es una evolución natural de la rama más lenta y pesada del doom metal, influenciado por bandas que ya exploraban la lentitud extrema y la desolación en la década de los 80 y principios de los 90.
Las raíces y los pioneros de un género sombrío
El caldo de cultivo para el funeral doom se encuentra en bandas como Hellhammer y Celtic Frost (en su material más lento), y sobre todo en los primeros trabajos de Earth y Melvins, que experimentaron con la lentitud y el minimalismo en el metal antes de que el término «doom» fuera siquiera común.
Sin embargo, los grupos que cristalizaron la esencia del funeral doom y se les considera los pioneros indiscutibles son:
- Thergothon (Finlandia): Con su álbum Stream from the Heavens (1994), sentaron las bases del sonido. Sus riffs increíblemente lentos, la batería con eco y las voces profundas crearon un precedente. Aunque lanzaron solo un álbum completo, su influencia es monumental.
- Skepticism (Finlandia): Coetáneos de Thergothon, Skepticism refinó y expandió el concepto. Su álbum debut, Stormcrowfleet (1995), es una obra maestra del género, destacando por sus órganos de iglesia y su atmósfera solemnemente fúnebre. Se les considera los «padres» del funeral doom en gran medida por su consistencia y su duradera carrera.
- Mournful Congregation (Australia): Aunque aparecieron un poco después (a mediados de los 90), su enfoque en la melodía desgarradora y los solos de guitarra emotivos sobre un telón de fondo de desesperación profunda los estableció rápidamente como una de las voces más importantes del género.
Estas bandas, junto con otros actos tempranos de la escena finlandesa como Unholy (en sus etapas más lentas), ayudaron a definir las características que hoy reconocemos como funeral doom. A finales de los 90 y principios de los 2000, el género empezó a ganar tracción lenta pero constante, con bandas de diferentes partes del mundo adoptando y expandiendo sus límites.
Mejores bandas de funeral doom metal: Una guía para el abismo
Adentrarse en el funeral doom puede ser abrumador dada su densidad. Aquí te presentamos algunas de las bandas más destacadas que te servirán como punto de partida para explorar este nicho.
Pilares del género y nuevas voces de la desolación
- Skepticism: Imposible no mencionarlos de nuevo. Su discografía es un estándar de oro, especialmente álbumes como Lead and Aether o Ordeal.
- Mournful Congregation: Cada lanzamiento es una joya de melancolía. The Book of Kings y The Incubus of Endtime son esenciales.
- Evoken (Estados Unidos): Conocidos por su enfoque implacablemente pesado y oscuro, con un uso magistral de teclados atmosféricos. Antithesis of Light es una obra maestra.
- Esoteric (Reino Unido): Una de las bandas más experimentales y complejas del género, con composiciones extensas y psicodélicas. Sus álbumes como The Maniacal Vale son viajes sónicos hipnóticos.
- Bell Witch (Estados Unidos): Un dúo de bajo y batería que ha redefinido lo que es posible en el funeral doom. Su álbum Mirror Reaper es una única pieza de 83 minutos que explora el luto y la pérdida con una emotividad cruda y devastadora.
- Shape of Despair (Finlandia): Si buscas la melancolía pura y etérea, esta es tu banda. Sus álbumes como Monotony Fields son bellamente sombríos, con un uso prominente de sintetizadores y voces femeninas que evocan paisajes helados.
- Ahab (Alemania): Llevan el funeral doom a las profundidades marinas, con letras inspiradas en la literatura marítima (como Moby Dick). Su música es tan pesada y opresiva como las profundidades del océano. The Call of the Wretched Sea es un excelente punto de entrada.
- Worship (Alemania): Una de las bandas más crudas y misántropas del género, con un sonido que evoca rituales ancestrales en catacumbas.
Curiosidades del funeral doom metal: Más allá de la oscuridad
A pesar de su reputación de ser un género deprimente y monolítico, el funeral doom tiene sus peculiaridades y datos interesantes.
Aspectos únicos de un subgénero extremo
- La «lentitud» como arma psicológica: No es solo una cuestión de tempo; la lentitud extrema está diseñada para inducir un estado mental particular. Fuerza al oyente a prestar atención a cada detalle, cada resonancia, creando una experiencia casi meditativa de la desesperación.
- Popularidad en nichos geográficos: Si bien es un género global, ha tenido focos de actividad particularmente fuertes en países nórdicos (Finlandia es un epicentro), Australia y, sorprendentemente, en Estados Unidos.
- Relación con el death/doom y el black/doom: El funeral doom a menudo comparte elementos con el death/doom (por las voces guturales) y el black/doom (por la atmósfera de desesperación existencial y la frialdad), lo que a veces dificulta una clasificación estricta, pero siempre se distingue por su lentitud inigualable.
- La escena de vinilos y casetes: Dada su naturaleza de nicho, el funeral doom a menudo tiene una fuerte presencia en formatos físicos como vinilos y casetes, con lanzamientos de edición limitada que se convierten en objetos de culto para los coleccionistas.
- El «unipersonal» como formato común: Muchas bandas de funeral doom son proyectos de un solo miembro o dúos. La naturaleza introspectiva y la dificultad de coordinar a varios músicos para tocar a tempos tan lentos a veces hacen que sea más fácil para un solo artista controlar la visión creativa.
El impacto y el futuro del funeral doom metal
El funeral doom metal, aunque nunca será un género masivo, ha dejado una huella indeleble en el metal extremo. Su insistencia en la atmósfera, la emoción cruda y la experimentación con el tiempo ha influenciado a bandas en otros subgéneros, demostrando que la pesadez no siempre se mide en velocidad o volumen, sino en la profundidad de la desesperación que puede evocar.
En un mundo que a menudo se mueve a un ritmo frenético, el funeral doom nos obliga a detenernos, a sentir, a confrontar la tristeza y la mortalidad de una manera que pocos otros géneros musicales logran. Es una banda sonora para los momentos más oscuros de la existencia, un recordatorio de que incluso en la desolación más profunda, puede haber una extraña belleza, una catarsis sombría que resuena con aquellos que buscan consuelo en la oscuridad. Su futuro parece asegurado por una comunidad dedicada de músicos y oyentes que aprecian la elegancia fúnebre de este estilo único.
Foto: Internet
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