El pasado 4 de julio, a través de la discográfica 33.3 Music Collective, Michael Ciravolo , ex guitarrista de Human Drama y Gene Loves Jez...
El pasado 4 de julio, a través de la discográfica 33.3 Music Collective, Michael Ciravolo, ex guitarrista de Human Drama y Gene Loves Jezebel, puso en circulación Dancing with angels (2024), cuarta entrega del colectivo artístico-musical conocido como Beauty in Chaos, del que ya circula el sencillo “Diving for pearls“, realizado en colaboración con Wayne Hussey (The Mission) y su esposa Cinthya.
El álbum, al igual que los trabajos anteriores de Ciravolo, revela una impresionante lista de invitados y colaboradores, pertenecientes en su mayoría a la escena oscura subterránea del mundo. “Diving for pearls” contó también con la intervención del ingeniero de mezcla Tim Palmer, conocido por su trabajo, entre otros, con artistas de la talla de David Bowie, Robert Plant, Tears for Fears y U2.
Ante ello, Michael Ciravolo toma la voz de Beauty in Chaos y profundiza alrededor de su nuevo lanzamiento y hace un análisis de su carrera al frente del proyecto que contempla ya 4 discos de estudio (con sus respectivos platos de remezclas) y 6 años en los que han desfilado personajes como Robin Zander, de Cheap Trick; Ice – T; Michael Anthony, de Van Halen; Al Jourgensen, de Ministry; Michael Aston, de Gene Loves Jezebel; Robin Zander, de Cheap Trick; Michael Anthony, de Van Halen; Doug Pinnick, de King’s X; y Simon Gallup, de The Cure, entre otros. Acá nuestra charla.
“Diving for pearls” mezcla magistralmente elementos de shoegaze y pop con las personalidades de Wayne y Cinthya, Michael Rozon (bajo, sintetizador), Dirk Doucette (batería, percusión) y, claro, la tuya.
Es maravilloso contar con gente que forma parte de mi colección de discos. Incluso antes de conocer a Wayne yo ya era gran entusiasta de The Mission. Con este track nos movimos más hacia el dream pop, aunque me gusta llamarlo gothgaze. Nunca me he sentado a planear algo en cuestión de estilo, simplemente quería hacer canciones de este tipo y esa forma parte de un grupo de 8 piezas que da forma al disco. Claro, cuentan con el feeling de canciones de mediados de los años 80. En cuestión de instrumentación, utilicé un Bass VI de Fender, que se volvió popular por el impulso que le dieron bandas como The Cure.
Tim Palmer, que mezcló la canción, me escribió para decirme que no podía dejar de cantarla ni sacarla de su cabeza. ¡Vaya cumplido, considerando que ha trabajado con David Bowie, Robert Plant, The Cure, U2, Tears for Fears y The Mission! Esto me hizo pensar: Mierda, si estuviéramos a mediados de los 80 y existiera el buen MTV, las cosas serían muy distintas. Al final del día, lo que vale es que todos los involucrados en la creación de las canciones seamos felices. Lo hacemos para nosotros mismos, si a otros también le gusta, ¡qué maravilla! Ésta es una canción que, se supone, debe conmover porque tiene una letra muy abierta a la interpretación personal, a la ambigüedad. Nos las arreglamos para hacer un video muy lindo que nos ayudó a expresar lo que queríamos decir.
Con todo respeto, y guardando las proporciones, debo decir que el concepto de Beauty in Chaos me recuerda al proyecto de Dave Grohl llamado Probot, en el que invitó a sus cantantes favoritos de metal, incluidos King Diamond, Lemmy y Kurt Brecht. Bajo estos parámetros, ¿con que otros cantantes tienes la ilusión de colaborar?
¡La lista sería infinita! Me encantaría tener a Richard Butler, de los Psychedelic Furs. Siempre ha estado en mi lista de cantantes favoritos. Le he hecho propuestas un par de veces a Robert Smith y no se ha negado, pero tampoco ha confirmado, tal vez se logre algún día (ríe). Honestamente el primer disco que lancé fue muy diferente, quise hacerlo después de tomarme un momento al terminar la grabación de otro álbum de Human Drama, el cual se suponía sería un disco de guitarras y terminó siendo otra cosa. Entonces, mi socio en la banda, Michael Rozon, me sugirió hacer mi propio disco. Brevemente tuve la idea de hacerme solista, pero me cagan los discos en solitario de guitarristas, suelen estar llenos de acrobacias y eso no es lo que quiero o puedo tocar; quería canciones melódicas, memorables, no solo destacar algunos instrumentos.
Considera mi lista de invitados, incluye a gente de The Mission, The Cure, Human Drama, Cheap Trick y a Ice – T, es inaudito. A muchos de ellos no podrías imaginarlos en la misma fiesta. Es genial tener invitados como Whitney Tai o Ashton Nyte (The Awakening), Kat Leon o Curse Mackey, de quienes probablemente mucha gente no ha escuchado, pero son súper talentosos. Siempre dejo la invitación sobre la mesa para que el que disfrute de lo que hacemos se una y no sea solo una plataforma para los nombres clave. Todos los que formamos parte de esto hemos puesto la misma cantidad de esfuerzo y alma.
¿Te imaginaste que Beauty in Chaos iba a durar tanto? Has editado tres discos de estudio con sus respectivas versiones de remixes y vas por el cuarto.
No, nunca imaginé que duraría tanto, pero me alegra que sea así. Es un gran capítulo en mi vida y sigo disfrutando mucho al hacerlo. Cuando envío las canciones a los invitados y me regresan el track con su participación, es como recibir un regalo de navidad. Siempre me piden que les de mi opinión, me pongo mis audífonos y me vuela la cabeza, no hay mucho que analizar, simplemente es música que escribí. Siempre es gratificante ver cómo una idea que nació de algo tan íntimo florece majestuosamente.
Eres el único miembro permanente en el proyecto, ¿qué tipo de presión ejerce eso sobre ti?
Realmente no hay presión. Siempre he sido un gran admirador de Cheap Trick, y cuando Michael Rozon y yo emprendimos esto y comprendimos la magnitud de hacer un disco con distintos cantantes, nos preguntamos si podríamos conseguir gente que estuviera dispuesta a hacerlo. Los dos primeros invitados en venir a cantar fueron Al Jourgensen y Robin Zander. Desde ese momento, Michael y Al se llevaron bastante bien, por eso siguen colaborando y han co-producido los últimos tres discos de Ministry.
Todo esto me llevó de vuelta a mi adolescencia. No podía creer que estaba sentado en el mismo sillón de nuestro pequeño estudio al lado de Robin, uno de mis ídolos, y con él preguntándome qué me parecía la letra. Sólo pude recordar cuando me la pasaba en mi habitación en la casa de mis padres, escuchando el Cheap Trick at Budokan (Epic, 1978) y viendo mis pósters en la pared. Me preguntaba: ¿En verdad Robin Zander me está pidiendo mi opinión sobre sus letras?, ¡por supuesto que no hay forma de decirle que se pueden mejorar! Un momento irrepetible en mi vida.
Cheap Trick y Van Halen salieron juntos de gira, pero Robin y Michael Anthony jamás han tocado en el mismo disco o canción, así que nos encargamos de que sucediera. Lo mismo pasó con Simon Gallup y Wayne Hussey: The Cure y The Mission se conocen, se desarrollaron en la misma escena y se volvieron gigantescos, pero nunca estuvieron juntos en una canción. Conectarlos hizo que se reavivara una chispa entre ambos y recordaran cómo intercambiaban cintas en el pasado. Creo que esa es la virtud de Beauty in Chaos: poner todo en una sola pieza y convertirlo en algo mucho más grande de lo que jamás imaginamos. Me siento bendecido. No se trata solo de mí tratando de sacar un disco en solitario.
¿Cómo ha beneficiado el revival del post-punk y el rock gótico al proyecto? Es decir, desde hace un tiempo existe el Wave-Gothic-Treffen, se celebra el Goth World Day desde 2009 y en Estados Unidos está el Cruel World. Eso habla mucho de la relevancia del movimiento.
Creo que todo lo que envuelve a la comunidad gótica-dark wave es mucho más que la caricatura estilizada que existe alrededor. Parece increíble, pero se le sigue asociando mucho con eso de ir a comprar un disfraz gótico a Hot Topic y utilizar cadenas o playeras de bandas sin saber de qué se trata. Sucedió: había quienes portaban camisetas de Joy Division sin saber de la banda, pero el diseño se veía cool. Formando parte de Human Drama y Gene Loves Jezebel descubrí que lo más atractivo de esa audiencia es que es leal e inteligente, realmente presta atención a las letras.
El hecho de que hoy en día haya un festival tan grande como Cruel World, aquí en Los Ángeles, con actos como The Jesus & Mary Chain, Gary Numan y The Mission, dice mucho sobre longevidad y legitimidad. No sé si esto sea un indicativo para la música moderna, no sé si en el futuro a alguien le va a importar una mierda Taylor Swift, pero sí que seguiremos teniendo a The Cure llenando estadios en México a la par de los Rolling Stones. En la actualidad las bandas han dejado de ser así de relevantes, considero que la industria se encuentra en un estado deprimente.
¿Qué puedes adelantar sobre el nuevo disco Dancing with angels?
El disco está mucho más emparentado con el primero, de algún modo es más abrasivo con las guitarras, pero incluso desde ese punto se vuelve esotérico y medio dream pop. Reúne los elementos que todo buen disco debe tener. Considero que, sea cual sea tu fe o tu creencia, lo que necesita un mundo tan jodido como el nuestro ahora mismo es algo a lo cual podamos aferrarnos. La gente necesita ponerse de pie y volver a creer en sí misma. En mi cabeza, el escenario perfecto es que alguien llegue a casa, se ponga cómodo, prepare una iluminación adecuada, se sirva una copa de vino y se siente a escuchar este disco durante 76 minutos. Sé que eso es poco probable, pero es un deseo honesto.
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