Seguramente a todos los usuarios de Apple se nos llene la boca al hablar de los productos y servicios de la compañía. Este es uno de los mo...
Seguramente a todos los usuarios de Apple se nos llene la boca al hablar de los productos y servicios de la compañía. Este es uno de los motivos por los cuales la mayoría de los usuarios no abandonamos la marca, sino más bien al contrario: cada vez compramos más. Sin embargo, si lo analizamos de forma analítica, el famoso ecosistema que tienen constituido es una de las mejores estrategias que los californianos ha diseñado en los últimos años.
Un ecosistema de marketing
El ecosistema de Apple es el conjunto de productos y servicios que se combinan entre sí y cuando esto ocurre, todo funciona muy bien. Es fantástico vivir del mundo Apple. La compañía que preside Tim Cook lo hace a través de dos estrategias bien definidas. Por un lado, el fácil emparejamiento de los productos base como son los iPhone, Mac e iPad con los accesorios como los AirPods, mientras que la otra es el envío de archivos entre dispositivos gracias a AirDrop.
Obviamente, fuera del ecosistema puedes seguir utilizando productos Apple, excepto el Apple Watch. Por ejemplo, puedes seguir utilizando tus AirPods con un dispositivo Android o con un PC Windows, pero funcionan como unos simples auriculares Bluetooth, que se desconectan de vez en cuando y cada vez que coges un nuevo producto, tienes que volver a emparejarlos.
En mis siete años utilizando productos de Apple, he formado un ecosistema bastante cerrado. No obstante, he estado probando otros productos como un Google Pixel 8 Pro, cuya principal consecuencia es la pérdida de todo el funcionamiento conjunto, donde no vamos a poder enviar archivos de forma fácil y sencilla gracias a AirDrop o la posibilidad de poder utilizar Mensajes.
Por tanto, perder estas facilidades tiene más desventajas que ventajas y esto es uno de los motivos por el cual al gente no contempla el quedarse fuera, ni tampoco irse a la competencia, ya que tendrían que empezar desde cero, para conocer de lleno cómo interactúan y se comunican los demás productos entre ellos. Por lo tanto, planteado todo esto, me hago la siguiente pregunta: el ecosistema de Apple, ¿es una genialidad o una trampa?
Cada vez sea mas fácil entrar y sea más difícil salir
Apple vende productos muy interesantes como el Mac mini, iPhone SE o el iPad de 9 generación, a modo de equipos de entrada, tanto al hardware como al software. Una vez dentro de él, ya empiezas a mirar otros dispositivos con un precio más elevado como puede ser un iPhone de gama premium o un MacBook Pro para trabajar. Ya has picado el anzuelo, y a partir de ahora, estás en las garras de Apple para siempre.
De hecho, el anzuelo es increíble, porque con un solo producto, ya puedes acceder a servicios que no necesitas de la competencia como Apple Music, la competencia de Spotify, Apple TV, la competencia de Netflix o iCloud, la competencia de Google Drive, para que no uses otras aplicaciones.
De hecho, la estrategia está tan bien diseñada, que en Estados Unidos la compañía ofrece la Apple Card, una tarjeta de crédito con una entidad bancaria con la que puedes hacer tu vida con total normalidad. Si te vas, pierdes tu dinero porque por cada compra que realices con la Apple Card, un porcentaje de la compra recae sobre ti.
A modo de conclusión, el ecosistema de Apple es una maravilla y nadie duda de ellos. Pero jamás pensemos que está diseñado para nosotros. Está perfeccionado para que inviertas anualmente en nuevos dispositivos y poder seguir mejorando tu ecosistema, a la par que haces un desembolso mayor.
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