Limitaciones de no tener un monitor oficial de Apple

El ecosistema de Apple es conocido de sobra por todos por tratarse de un ecosistema cerrado en el que todos los dispositivos se relacionan ...

El ecosistema de Apple es conocido de sobra por todos por tratarse de un ecosistema cerrado en el que todos los dispositivos se relacionan a la perfección entre sí. Sin embargo, el problema radica cuando tienes un dispositivo de tercero y quieres trabajar con ellos conjuntamente. Por ello, en este post, vamos a analizar las desventajas de combinar un Mac con un monitor no oficial de Apple.

Compatibilidad y conectividad

Una de las principales limitaciones al utilizar un monitor no oficial de Apple con un Mac es la posible incompatibilidad entre los dos dispositivos. Mientras que los monitores de Apple están diseñados específicamente para funcionar con Macs, los monitores de terceros están pensando para trabajar con cualquier unidad del mercado.  Esta incompatibilidad no se produce desde un punto de vista de que el dispositivo no sea funcional, sino que, es posible que la interacción entre el Mouse y el monitor no vaya a la misma velocidad que si se tratase con un monitor oficial de Apple. En concreto, este problema lo he encontrado entre el Mac mini M1 y el Samsung M8.

Junto a ello, macOS ofrece soporte nativo para monitores HiDPI, como los modelos Retina de Apple, soporte que no es igual en monitores de terceros. Esto permite que las interfaces y el contenido se escalen automáticamente para adaptarse a la alta resolución del monitor, lo que da como resultado imágenes nítidas y texto legible. Sin embargo, al utilizar un monitor no oficial de Apple, es posible que el escalado HiDPI no funcione correctamente o que debas configurarlo manualmente. Esto puede llevar a problemas como elementos de la interfaz demasiado pequeños o borrosos.

Soporte técnico

Quizás es uno de los problemas que más echamos en falta cuando tenemos un problema entre dispositivos de Apple y de terceros. En este sentido, es más complicado saber si el problema de conexión y de funcionamiento se debe al dispositivo de Apple o de terceros, ya que, es posible que los fabricantes pueden no estar familiarizados con los problemas específicos de compatibilidad entre sus monitores y los Macs de Apple.

La única solución a este tipo de situaciones es ir probando soluciones de forma independientemente, para saber si el problema tiene relación uno de los dos y, en ese caso, llevarlo al soporte técnico oficial para subsanar el problema.

Calidad de imagen, color y perfilación

A no ser que tengamos amplios conocimientos de colorimetría y utilicemos versiones profesionales como DaVinci Resolve para llevar a cabo procesos de etalonaje, la mayoría de los usuarios no vamos a notar cambios en relación con la calidad de imagen, perfilación y color. Ahora bien, es posible que haya usuarios que pueden notar diferencias en este sentido. Un monitor de tercero se hace pensando en todos los equipos de las diferentes compañías que hay en el mercado, mientras que, un monitor oficial de Apple, son exclusivos para los modelos de Mac e iMac.

Usar un monitor no oficial de Apple, puede provocar que tengas que realizar un calibrado manual y crear un perfil de color personalizado para obtener la mejor precisión del color. Esto puede ser un proceso complicado, especialmente para aquellos usuarios que están empezando en el mundo de la calibración.

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